raul2010

miércoles, diciembre 15, 2004

La pell freda

La pell freda (La piel fría) de Albert Sánchez Piñol, editado por La Campana en catalán (ISBN: 8495616254) y por Edhasa en español (ISBN: 8435008924).

El libro se lo regaló a mi novia su hermano, pero ella andaba enfrascada en otras lecturas y aún no había podido empezarlo. Yo venía de acabar tres libros a la vez más o menos; los había empezado a destiempo pero los leí simultáneamente. Rebuscando en su habitación me lo encontré, me sonó porque ha recogido cierta fama al menos en Catalunya. Yo sinceramente no sabía nada de él, más allá de que parecía una novela. Me gusta ir a ver películas a los cines Verdi o Renoir sin saber nada más que el título (en otros cines difícilmente lo puedo hacer).

Era este domingo por la tarde, y en casa de mi novia había comida familiar. Yo estaba agobiado y me puse a leer el primer capítulo, a ver qué tal. En su habitación mi novia tiene unos cojines grandes por el suelo, perfectos para parapetarse detrás, lejos del bullicio. Un técnico meteorológico desembarca en una isla que va a ser su solitaria morada durante un año, allá por el periodo de entreguerras. Perfecto planteamiento, mi locus amoenus momentáneo.

Decir de un libro que es de esos que no se pueden soltar una vez comenzados no es decir que sea especialmente bueno, pero puede que ayude. Desde luego se me hizo difícil volver a las relaciones interfamiliares, y ya por la noche en mi cama estuve varias horas más leyendo.

Si no sabes nada de este libro, la sorpresa que hay entre el primer y el segundo capítulo merece mucho la pena. A mi en un principio me decepcionó, porque creía estar delante de una historia para ver asombrado como se tornaba en otra. Con las páginas vi como la historia finalmente era mucho más como yo hubiera esperado desde el comienzo, aunque de una manera un tanto alegórica. Me doy cuenta de que este párrafo es críptico, pero albergo la esperanza de que alguien esté de acuerdo conmigo tras leer el libro.

El lunes a eso de la una de la noche lo terminé, leyendo muy lento el último capítulo, para darme tiempo a pensar. Creo que si se trata de meter la obra en sacos genéricos, como veremos que se hace si buscamos algo de información (no lo recomiendo, por eso no pongo ningún enlace), se pierde la perspectiva que el primer capítulo le da al resto de la novela. Me quedo con una interesante reflexión sobre la condición humana, sobre las relaciones sociales, sobre la conciencia humana, la humanidad misma y lo que nos hace humanos.

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